lunes, 26 de agosto de 2013

TÉCNICAS DE SUBRAYADO I, SABER QUE HAY QUE SUBRAYAR.

            En una publicación anterior del Blog me remitía a los tipos de esquemas, a fin de saber diferenciarlos para estructurar la información más importante y saber cuál es más aconsejable para cada caso. Si bien, si no sabemos que información es la más importante, ¿Cómo vamos a rellenar estos esquemas?

            Tanto en este como en futuros artículos me dispongo a dar una serie de pautas que, espero, sirvan para conseguir la información más importante del contenido a estudiar en el orden o prioridad que se merecen, a fin de evitar perder el tiempo estudiando datos innecesarios. Uno de los métodos más eficaces para ello consiste en la técnica del subrayado, en la cual nos vamos a centrar.

            Antes de llevar a cabo la actividad del subrayado, es necesario realizar una lectura profunda del texto, reflexionando sobre el mismo, interiorizándolo y familiarizándonos con él. Es más fácil ver lo esencial en lo que conocemos que en lo desconocido.

            En primer lugar, y a la hora de subrayar, hay una serie de elementos que sí que hay que subrayar y otros que no:

SI HAY QUE SUBRAYAR
NO HAY QUE SUBRAYAR
· Títulos.
· Definiciones.
· Términos a conocer, propios del tema que se está estudiando.
· Fechas.
· Siglas o abreviaciones de términos o instituciones.
·  Ejemplos.
·  Repeticiones de información (Aunque hay que considerar remitirse a estos datos si son de utilidad).
·  El conjunto de frases y/o expresiones que sirvan para decorar el texto, cargándolo y llenándolo de literatura, pero que no son de utilidad real.

            En próximas publicaciones del Blog me dedicaré a seguir trabajando la tarea de subrayar, a fin de conseguir la correcta realización de una tarea de vital importancia.