Un método de increíble utilidad que si destaca por algo más que
ser simple, es por su eficacia. Consiste en, a la hora de realizar la labor de
seleccionar la información más importante de un texto, ya sea para realizar un
esquema, subrayarla, o simplemente para estudiarla, realizar una serie de
preguntas cortas en las cuales, si la respuesta está en el texto, es una
información que deberíamos conocer. Las preguntas a realizar son las
siguientes:
¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?, ¿Para qué?, ¿De qué se compone?, ¿En qué se diferencia?, ¿Cuántos? |
Aquí un ejemplo más de que a veces, lo más
simple, es lo más eficaz. Y es que no cabe duda de que este método, aunque
quizá ya conocido por muchos, es infalible.