Esta frase hecha debe invitarnos a la reflexión. El trabajo bien hecho nos inspira tranquilidad, pues apreciamos la cantidad de esfuerzo realizado y sabemos que el resultado no puede ser negativo. Y es que a todos nos ha ocurrido alguna vez, que has dedicado tanto esfuerzo y trabajo a algo que sientes que el resultado no va a ser sino el éxito, y aunque pueda no ser así, tu te sientes tranquilo y en paz contigo mismo, pues has dado tu máximo, por lo que el fracaso o el éxito ya no dependen de ti, sino de factores externos.
A esta frase le podemos dar la vuelta, pues la incertidumbre y los nervios que se pueden dar, por ejemplo, los días o momentos previos a un examen, son signo de que no se ha dedicado el tiempo que uno mismo considera necesario para tener la garantía de éxito que se siente cuando si ha realizado el esfuerzo suficiente.