Aunque a priori puedan parecer estas dos expresiones gemelas, ni mucho menos se acerca esto a la realidad. En primer lugar, porque ambas expresiones ni siquiera significan lo mismo. La primera expresión, ''ser buen estudiante'', hace referencia a un estudiante que cumple con sus obligaciones, de forma eficaz, es decir, con éxito, y eficiente, aprovechando al máximo sus recursos, algo que no tiene por que ir acompañado de ''sacar buenas notas'', aunque lo normal es que sea así.
Si bien aquí se pone de manifiesto la relación entre esfuerzo y éxito, dos conceptos que no van tan parejos siempre como cabría esperar, pues el esfuerzo no siempre es garantía de éxito.
Así pues identificaremos como buen estudiante a aquel que realiza un esfuerzo por estudiar, que no lo enfoca a superar una simple prueba o examen, sino que lo hace pensando en ampliar sus conocimientos. Un estudiante que dedica una cantidad de tiempo, durante casi todos o todos los días de la semana a estudiar, a pesar de que no quiera hacerlo, que busca mejorar, a menudo buscando una mayor nota, que de muestra del esfuerzo que está realizando. No obstante, y en más de un caso, ya sea por algún tipo de incapacidad del alumno o por múltiples factores, ese esfuerzo no siempre se ve reflejado en las calificaciones del alumno, que puede NO sacar buenas notas.
En cambio, un estudiante que saca buenas notas no tiene por que ser un buen estudiante, ya sea por los métodos, en más de una ocasión poco ortodoxos, o por la brillante capacidad del alumno, que sin tocar un libro es capaz de sacar buenas notas gracias a los exámenes que realiza.
Esto se da en pruebas como son los exámenes, donde se ponen a prueba los conocimientos del alumno respecto a un tema mediante una serie de preguntas o cuestiones que el examinado desconoce hasta el momento del examen. No obstante, hay un tipo de pruebas, como son los proyectos o trabajos, donde se atisba en menor medida la diferencia entre un buen estudiante y sacar buenas notas, pues en los trabajos queda más claro el esfuerzo invertido por un estudiante, siendo en la mayoría de los casos fácil identificar a aquellos que se han esforzado en menor medida, ya sea con proyectos más simples, copiados, etc...
A modo de conclusión, podemos inferir que la mayoría de los que ''sacan buenas notas'' son ''buenos estudiantes'', pero no todos los ''buenos estudiantes'' ''sacan buenas notas''.