sábado, 2 de marzo de 2013

LA JORNADA ESTUDIANTIL.

            Está establecido que la jornada laboral de un adulto ha de ser de 8 horas, así quedan repartidas las 24 horas del día en 3 grupos que son: dormir, trabajo y ocio. 8+8+8=24. Si bien es evidente que en las horas de ocio se llevan a cabo las comidas, traslados, etc...

            En el caso de los estudiantes estas 8 horas de trabajo se ven incrementadas de manera exagerada, en especial en etapas más elevadas como puede ser el ciclo final de secundaria y estudios pre-universitarios, además de los universitarios.

            Si bien asumimos que un estudiante en una situación normal tiene 6 horas de clase, hemos de añadir que posteriormente, en casa, el alumno ha de realizar un estudio de la materia de las 6 clases que ha recibido a la mañana, lo cual podemos sugerir que nos ocupa, por ejemplo, en situaciones de máxima eficiencia 2 horas. Además hemos de añadir que si ha de preparar un examen de una asignatura no impartida ese día, debe dedicar, por ejemplo, 1 hora más al estudio. Si también hemos de añadir la realización de tareas y proyectos, de 1 hora de duración, obtenemos que un alumno debe dedicar, en una etapa curricular del curso, unas 10 horas de trabajo, horas que se intensifican en etapas de exámenes...

            Además hemos de añadir el ''handicap'' de que un adulto, tiene la oportunidad de trabajar en lo que desea, no es así en alumnos que han de invertir horas de trabajo y esfuerzo en asignaturas y temas que poco o nada despiertan su interés y que hacen de esas horas de trabajo, si cabe, una actividad aún más aburrrida.

PORQUE 10 HORAS DE TRABAJO AL DÍA NO SON ADECUADAS PARA UN CHAVAL DE 15 
AÑOS SI UN ADULTO DE 40 DEDICA 8.