Quizá sea este uno de los temas que más controversia provoque en el tema
educativo actualmente al ser algo que ha sido calificado y denominado de forma
reciente. El TDAH, comúnmente conocido como déficit de atención, afecta a un
importante número de estudiantes que en muchos casos no reciben la ayuda que
necesitan. Interesante es la entrevista realizada a Isabel Orjales, profesora
de la UNED, que habla al respecto: ''Los padres de hiperactivos no deben
angustiarse''. Diario de Navarra. En ella, recalca el hecho de que estos
niños o adolescentes afectados siempre han existido, pero que ahora se ésta
diagnosticando su problema. A su vez, quiero destacar esta respuesta realizada
por la doctora Orjales que considero, invita a la reflexión:
P: La hiperactividad afecta sobre todo al rendimiento escolar...
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R: Efectivamente. Un niño con TDAH es más inmaduro, como si fuera el
hermano pequeño de la clase. Tienen desventaja y si no reciben ayuda, aumenta
entre ellos el riesgo de fracaso escolar,de cambio de centro, repeticiones de
curso o el abandono educativo.Todo esto afecta a su aprendizaje y
comportamiento. Son niños más irritables, con baja autoestima, sentimientos de
incomprensión e impotencia y riesgo de deprimirse.
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A su vez quiero resaltar, esta pregunta realizada respecto a la actuación
de los profesores con estos alumnos, que en muchos casos no lo hacen de forma
correcta o adecuada, ya sea por desconocimiento del hecho o por desconocer las
formas de actuar en estos casos:
P: ¿Qué pueden hacer los profesores para evitar esta situación?
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R: Necesitan formación para detectar alos niños de TDAH y para recoger la
información necesaria para que los profesionales hagan el diagnóstico. Deben hacer
las adaptaciones metodológicas que estos alumnos necesiten y apoyarles
emocionalmente.
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Si bien hay que añadir la reflexión que se realiza para los padres, a los
cuales invita a asumir el hecho con naturalidad y a saber tratar con paciencia
a sus hijos en estos casos, animándoles a tomar una postura lo más tranquila
posible:
P: ¿Y los padres? ¿Qué tienen que hacer para ayudar a sus hijos e intentar
que el entorno familiar no se vea afectado?
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R: Lo primero, no angustiarse. Al fin y al cabo, es uno de los trastornos
de la psicopatología infantil más leve. Tienen que saber que es un trastorno
que tiene más de crónico que de pasajero y deben planteárselo como una
carrera de fondo. Si se queman en los primeros años, llegan a la adolescencia
matados. Generalmente, son niños muy dependientes de sus padres y ellos
pueden llegar a estresarse. Pero es importante que estén serenos y equilibrados;
porque si los padres van bien, el niño también lo irá. Además, es importante
que busquen apoyo de profesionales (médicos, psicólogos...) y de las
asociaciones. Y que estén más formados que la medida de los padres porque sus
hijos son más difíciles.
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Interesante entrevista que invita a la reflexión. Próximamente, continuaré
analizando este tema en próximas publicaciones.