lunes, 24 de junio de 2013

TDAH, TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN DE HIPERACTIVIDAD.

            Quizá sea este uno de los temas que más controversia provoque en el tema educativo actualmente al ser algo que ha sido calificado y denominado de forma reciente. El TDAH, comúnmente conocido como déficit de atención, afecta a un importante número de estudiantes que en muchos casos no reciben la ayuda que necesitan. Interesante es la entrevista realizada a Isabel Orjales, profesora de la UNED, que habla al respecto: ''Los padres de hiperactivos no deben angustiarse''. Diario de Navarra. En ella, recalca el hecho de que estos niños o adolescentes afectados siempre han existido, pero que ahora se ésta diagnosticando su problema. A su vez, quiero destacar esta respuesta realizada por la doctora Orjales que considero, invita a la reflexión: 

P: La hiperactividad afecta sobre todo al rendimiento escolar...
R: Efectivamente. Un niño con TDAH es más inmaduro, como si fuera el hermano pequeño de la clase. Tienen desventaja y si no reciben ayuda, aumenta entre ellos el riesgo de fracaso escolar,de cambio de centro, repeticiones de curso o el abandono educativo.Todo esto afecta a su aprendizaje y comportamiento. Son niños más irritables, con baja autoestima, sentimientos de incomprensión e impotencia y riesgo de deprimirse.

            A su vez quiero resaltar, esta pregunta realizada respecto a la actuación de los profesores con estos alumnos, que en muchos casos no lo hacen de forma correcta o adecuada, ya sea por desconocimiento del hecho o por desconocer las formas de actuar en estos casos:

P: ¿Qué pueden hacer los profesores para evitar esta situación?
R: Necesitan formación para detectar alos niños de TDAH y para recoger la información necesaria para que los profesionales hagan el diagnóstico. Deben hacer las adaptaciones metodológicas que estos alumnos necesiten y apoyarles emocionalmente.

            Si bien hay que añadir la reflexión que se realiza para los padres, a los cuales invita a asumir el hecho con naturalidad y a saber tratar con paciencia a sus hijos en estos casos, animándoles a tomar una postura lo más tranquila posible:

P: ¿Y los padres? ¿Qué tienen que hacer para ayudar a sus hijos e intentar que el entorno familiar no se vea afectado?
R: Lo primero, no angustiarse. Al fin y al cabo, es uno de los trastornos de la psicopatología infantil más leve. Tienen que saber que es un trastorno que tiene más de crónico que de pasajero y deben planteárselo como una carrera de fondo. Si se queman en los primeros años, llegan a la adolescencia matados. Generalmente, son niños muy dependientes de sus padres y ellos pueden llegar a estresarse. Pero es importante que estén serenos y equilibrados; porque si los padres van bien, el niño también lo irá. Además, es importante que busquen apoyo de profesionales (médicos, psicólogos...) y de las asociaciones. Y que estén más formados que la medida de los padres porque sus hijos son más difíciles.

            Interesante entrevista que invita a la reflexión. Próximamente, continuaré analizando este tema en próximas publicaciones.