Esta idea aparece cada vez más conforme van avanzando los cursos, a la hora de realizar un trabajo o proyecto, el adjuntar en el mismo la fuente de la que se ha extraído la información. Estas referencias se pueden hacer de muchas formas, ya sea adjuntando una bibliografía al final del trabajo, con el conjunto de artículos, obras o textos de los que hemos extraído la información, o bien a lo largo del trabajo mismo, aludiendo a citas literales de un trabajo ajeno, o bien haciendo la referencia misma de la obra ajena, a la hora de exponer una idea en el trabajo.
Sin duda, son muchas las formas de hacer referencias, y cada vez son más, gracias a internet, las fuentes de las que se puede extraer información. No obstante, hemos de ser críticos a la hora de evaluar la validez y certeza de esa información, en atención a varios criterios, como puede ser el autor, si el trabajo tiene críticas, el medio en el cual ha sido publicado...
Los beneficios que podemos obtener de hacer referencias son múltiples. En primer lugar, aprendemos a buscarnos la información por nuestros propios medios, con la amplia variedad de posibilidades que nos brinda el mundo actual, cada vez más influenciado por las nuevas tecnologías. Por otra parte, aprendemos a respetar el trabajo del autor original, al referirnos directamente a su obra y no tomando sus ideas como propias, superando de este modo la famosa técnica del ''copy-paste'' o ''copiar-pegar'', que poco tiene que aportarnos a largo plazo, más allá de salir del paso en el momento.