miércoles, 10 de abril de 2013

SELECTIVIDAD, ESTRATEGIAS EN EL EXAMEN.

            Se acerca pues, (en dos meses aproximadamente), la Prueba de Acceso a la Universidad, comúnmente conocida como selectividad. En estos exámenes, que cuentan a priori, en su fase general, es decir, Historia (o de la Filosofía o de España), Inglés, Lengua y una materia de modalidad, (por ejemplo: Física, Economía), un 40% de la nota del alumno de cara a la universidad. Así pues, se ve de manera evidente la importancia de esta prueba en la vida del estudiante.

            Muchas veces la nota de selectividad difiere con la obtenida de media con 1º y 2º de Bachiller (un 60%). Es en estos casos donde pueden influir factores como el nivel del centro del estudiante, el haber tenido un mal día... O quizás la nota pueda ser baja, incluso un suspenso, aunque el examen realmente no lo esté. Entonces, ¿Por qué esa nota?

            Pongamonos en el papel de un profesor encargado de corregir los exámenes de una materia. Tiene que corregir una cantidad considerable de exámenes en un periodo de tiempo realmente reducido. Es así cuando la corrección de las pruebas se realiza en un ámbito general en el que la presentación y la longitud del examen juegan un papel determinante.

            Así, si por ejemplo, el corrector está revisando tu examen a la 1 de la madrugada, lleva 10 horas seguidas corrigiendo exámenes y está exhausto. Lo normal es que ni lea el examen, sino que le dedique una ojeada rápida para intuir el nivel de conocimientos del alumno. Si esa ojeada da una impresión negativa al corrector, aunque el examen esté aprobado realmente y quizás con una nota considerable, el resultado obtenido puede ser desastroso.

¿¿Cómo evitar esto??

            En primer lugar, y para no dificultar la lectura de la prueba al corrector, cuida la caligrafía, así como la ortografía, divide tu redacción en párrafos, haz uso del punto y aparte, respeta los márgenes, dejando una sangría al inicio de cada párrafo y SUBRAYA con el propio bolígrafo los datos, conceptos, palabras clave, tecnicismos, que den a entender tu dominio de la materia.

            En segundo lugar, cuida la longitud de tus redacciones, no por escribir más ni andarte por las ramas vas a causar mejor impresión en el corrector ni a lograr una mayor nota. Como ya he dicho anteriormente, la mayoría de encargados de corregir la prueba apenas le echarán un vistazo. En los términos a definir, NO USES MÁS DE 5 LINEAS y recuerda incluir lo esencial, fechas y datos.

            En tercer lugar, cuida el contenido, haz uso de un lenguaje respetuoso, haz uso de tecnicismos. Dale una ESTRUCTURA a tu contenido, haciendo una introducción, divide las ideas en párrafos y haz una conclusión en la que sintetices de forma breve lo que acabas de exponer.

            Así con estos pasos a seguir, que a su vez son aplicables a cualquier examen a realizar tanto previa como posteriormente a la selectividad, las posibilidades de ver una buena nota o incrementada la misma, contribuirán a una mejora de la eficiencia y a lograr, con menor esfuerzo, una mayor nota.