HAY QUE BUSCAR UNA ACTIVIDAD QUE GUSTE E INTERESE AL ESTUDIANTE. Debemos entender que ha de hacerlas porque quiere, tiene que salir de el hacer estas actividades que estimulan entre otros atributos, la capacidad de trabajo en equipo, si el estudiante, por ejemplo, practica un deporte como puede ser el baloncesto.
Aunque estamos convencidos de la poca dureza de la vida del estudiante, esta es una vida que en muchos casos ocupa más de las horas laborables que ocupan a un adulto, así si analizamos que a las 6 horas mínimo de clase al día impartidas, hay que añadir las posteriores de realización de tareas, estudio y realización de trabajos o proyectos escolares. Así se desprende que en la medida de lo posible, el estudiante encuentre una actividad a la que recurrir como medio de evasión del mundo que lo envuelve.